Una de cada diez personas mayores de 65 años
sufre de artritis en la rodilla, lo que hace que sea más difícil el ejercicio;
es por ello que mucha gente con este padecimiento prefiere no hacerlo, lo cual
lejos de ser una solución, es un problema que desencadena obesidad, pérdida de
masa muscular y depresión. Si bien el ejercicio frecuente acentúa la artritis
de rodilla, el no hacerlo la empeora.
Para que evitar en lo
posible los dolores y
complicaciones de este padecimiento, hay que evitar en lo posible tres
cosas: flexionar las
rodillas mientras se carga peso, flexionarlas rebasando un ángulo de 90
grados y estresar tus ligamentos balanceándote de lado a lado.
Así mismo, aquí están siete ejercicios
alternativos para mover la articulación de la rodilla de manera segura mientras
que se fortalecen los músculos involucrados. La mayoría son en el piso, así que
considera adquirir un tapete o mat de yoga para proteger tu columna.
Empieza con un calentamiento de tres minutos
haciendo marcha en tu lugar y ligeras flexiones de la pierna; preparando así a
la rodilla y a los músculos mediante un rango de movimiento suave.
Elevación de
pierna estirada.- Acostada boca arriba
con las piernas y caderas flexionadas, estira una pierna y elévala a 45º;
mantén la contracción 30 segundos y regrésala a la posición inicial para
repetir con la otra pierna; repite 5 veces con cada extremidad. Estarás
fortaleciendo cuádriceps.
Elevación de
pierna lateral.- Acuéstate de lado con
el cuerpo estirado, apoya tu cabeza sobre el brazo que queda en el mat. Eleva
la pierna que está arriba lo más alto que puedas; sostén por 30 segundos y
después bájala para repetir 5 veces. Rueda hacia el otro lado y hazlo con la
otra pierna. Fortalecerás abductores, es decir, los músculos externos de la
pierna.
Cruzado de
pierna.- Acostada de lado, eleva la pierna
de abajo frente a la de arriba. Trata de hacerlo utilizando los aductores
(músculos internos de la pierna), mantenla así por 30 segundos y repite de 5
veces. Rueda hacia el otro lado y hazlo con la otra pierna.
Elevación bocabajo.- Acuéstate bocabajo, utiliza una almohadilla para
que apoyes tu cabeza. Estira ambas piernas. Con la fuerza del glúteo eleva una
pierna sobre el mat manteniendo estirada la rodilla, exprime fuerte tu
cuadríceps por 30 segundos y bájala suave para repetir 5 veces, después hazlo
con la otra. Realmente es un excelente ejercicio para fortalecer glúteos e
isquiotibiales (los músculos posteriores de la pierna que van desde la cadera
hasta la altura de la rodilla).
Extensiones.- Bocarriba,
eleva tus piernas juntas y toma por atrás tus muslos para mantenerlas lo mas
alineadas posible. Ahora flexiona tus piernas lentamente y extiéndelas arriba haciendo
tensión; sostén la contracción apretada por 30 segundos, baja y repítelo 5
veces.
Flexiones.- Bocabajo
con tus piernas extendidas, elévalas flexionando las rodillas mientras al mismo
tiempo haces tensión con tus femorales (músculos posteriores del muslo). Sube lento
y apretado hasta llegar a los 90º; sostén la contracción por 30 segundos, baja
y repite 5 veces.
Elevación de
talones.- En posición de pie, con las
piernas juntas y ligeramente flexionadas, eleva los talones tan altos como
puedas, pero al mismo tiempo realiza media sentadilla; después bájalos repite
por pierna 5 veces de 30 segundos de tensión.
Con
estos ejercicios, en poco tiempo, fortalecerás todos los músculos que sostienen
las rodillas. Si puedes, complementarlos con 20 minutos de cardio suave, ya sea
bicicleta estacionaria con poca resistencia o bien caminadora con 0 de
inclinación.
El Chef Pasquale Cozzolino siempre ha sido un hombre corpulento (metro noventa y ocho de altura y
115 kilos), pero sano. Sin embargo, cuando se
trasladó a los EE.UU. desde Italia las cosas cambiaron. Sus hábitos de alimentación le hicieron engordar 168 kilos. “Descubrí las Oreo, que nunca tuvimos en Italia”, confiesa
Cozzolino en el NY Post.“Era
como una adicción. Me gustaba comer 10 o 12 galletas al día, y con el
tiempo, incluso me comía toda la caja. Era como una droga para mí.
También bebía de dos a tres latas de soda al día”.
El secreto de su éxito: elaborarla con ingredientes frescos. (Foto: Facebook Chef Pasquale Cozzolino)
Estos malos hábitos hicieron que Cozzolino aumentara tanto de peso
que ya no podía hacer las cosas que amaba, como jugar con su hijo en el
parque.
“Ni siquiera podía coger en brazos a mi hijo porque no podía agacharme”.
Le costaba encontrar ropa de su talla y sus pantalones tenían una
cintura de 122 cm. Los médicos le advirtieron que tenía un alto riesgo
de contraer enfermedades del corazón. “Tenía problemas de rodilla, problemas de espalda, tres úlceras en
el estómago y los médicos me dijeron que en cualquier momento podía
tener un ataque al corazón”, cuenta a ABC News.
Los problemas de salud fueron el detonante para que Cozzolino se
diera cuenta de que tenía que cambiar de vida y tomara la decisión de
ponerse a dieta, pero a su manera.
En lugar de someterse a un régimen radical y restricitivo, el chef elaboró un plan personalizado que consistía en almorzar todos los días una pizza de 600 calorías. Para almorzar, una pizza tradicional napolitana.
El único requisito que se autoimpuso fue el de respetar los principios esenciales de la dieta mediterránea para lo cual debía elaborar la pizza con ingredientes frescos y sin mantequilla ni manteca de cerdo, ingredientes básicos en la cocina americana.
Los toppings: salsa de tomate fresco, una fina capa de queso mozzarella y albahaca. ¡Nada más! “La masa está elaborada con una harina de trigo italiana molida
finamente (esencial para hacer la tradicional pizza napolitana), agua,
sal marina y un agente de fermentación natural, que hemos dejado actuar
durante 36 horas. Ahí está la clave”, revela Cozzolino.
Durante la fermentación la levadura se come la mayor parte del azúcar
dejando solamente los carbohidratos complejos (más fáciles de digerir),
que ayudan a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo.
(Foto: NY Post/ Brian Zak)
“Es un plato relativamente
sencillo que te deja satisfecho y solo tiene entre 540 y 570 calorías.
Es una solución perfecta y rápida para un almuerzo o cena” dice Cozzolino.
Por descontado, renunció a los dulces y a los refrescos. Pero, ¡no al café!… Como buen italiano. Durante el resto del día, fruta y verduras. De hecho, la ensalada era su otro plato estrella.
Cozzolino solo se permitió una pequeña licencia: tomar una copa de vino al día, tal y como dicta la dieta mediterránea, calificada como la más saludable de todo el mundo.
En total 2.700 calorías, que le permitieron rebajar 45 kilos en menos de un año.
Para sentirse mejor anímicamente, evitar tentaciones y combatir el sedentarismo se apuntó a a clases de kickboxing dos veces por semana.
Cozzolino afirma que el secreto de su pérdida de peso radica en el cambio a los ingredientes naturales. “Cuando voy a comprar siempre miro la etiqueta y si tiene más de 10 ingredientes, lo descarto” .
Es un truco más que puedes copiar o no, pero si quieres perder peso de manera segura, simple, y sostenible debes tener en cuenta el origen de los alimentos que “deben ser nutritivos y deliciosos”,concluye la doctora Jennifer Aston, corresponsal de Women’s Health para ABC News.
Sin duda,
poseer unos labios carnosos y suaves es el sueño de cualquier mujer. Sin
embargo, no todas están dispuestas a recurrir a cirugías cosméticas para
conseguirlo, como podría ser la aplicación de sustancias como el colágeno o el
ácido hialurónico, inclusive. El uso de este tipo de técnicas no siempre
garantiza el resultado deseado, ya que se pueden crear protuberancias no
uniformes, inflamaciones o incluso un aspecto poco natural, además de que el
retoque siempre será necesario; y lo que es peor aún, si no te gusta el
resultado, no hay marcha atrás.
Bueno,
hoy te pasaré algunos tips que pueden ayudarte a lucir unos labios más
voluminosos y, lo más importante, de una manera cien por ciento natural y nada
costosa.
En primer
lugar, debes exfoliar tus labios una vez por semana; esto ayuda a recuperar su
suavidad, permite eliminar células muertas y estimular la circulación
sanguínea, lo que contribuirá a aumentar un poco el volumen de tus labios.
Prepara una mezcla, en cantidades iguales, de azúcar y miel de abeja; aplícala
sobre tus labios y con las yemas de tus dedos frota suavemente con movimientos
circulares. Posteriormente, enjuaga con abundante agua tibia y seca con la
toalla dando ligeros golpecitos.
Ahora
pasemos a la hidratación: unos labios agrietados, opacos y llenos de pellejitos
pueden dar la sensación de ser más delgados; es por eso que la hidratación es
muy importante. Procura llevar contigo un bálsamo labial y aplicarlo varias
veces al día para evitar la resequedad. De las opciones naturales que te puedo
mencionar, está el aceite de oliva, la manteca de cacao o la de karité. Trata
siempre de hidratarlos por la mañana y antes de ir a la cama, por lo menos.
Al igual
que tu cuerpo, tus labios deben ejercitarse también; el que tus labios se
encuentren tensos puede hacer que parezcan más delgados automáticamente;
ejercitarlos puede ayudar a disminuir la tensión, además de estimular la
circulación sanguínea de la zona. Al igual que ejercitas tu cuerpo diariamente,
se recomienda que realices las siguientes prácticas todos los días:
Coloca
tus labios como si fueras a dar un beso, haciendo boca de pez; sostén
la posición por tres minutos y descansa. Realiza diez repeticiones, tres
veces al día.
Lleva tus labios dentro de tu boca,
cerrándolos y apretándolos por diez segundos y después relaja. Realiza diez
repeticiones, tres veces al día.
Junta tus labios y sopla aire entre ellos
de manera que provoques una vibración, como hacen los niños para hacer
trompetillas; sostén el movimiento por medio minuto y descansa. Realiza diez
repeticiones, tres veces al día.
Si te das
cuenta, son ejercicios muy sencillos que puedes realizar en cualquier momento,
mientras trabajas, en el tráfico, cuando ves la tele, en fin, solo es cuestión
de que te lo propongas.
Los
masajes en la zona son muy recomendables, ya que ayudan a aportar un extra de
volumen a tus labios al incrementar el flujo sanguíneo y mejoran el estado de
los músculos labiales, dando como resultado el que tus labios se vean un poco
más gruesos. Realiza suaves masajes circulares; para ello puedes utilizar un
poco de gel de aloe vera o unos cubitos de hielo. En caso de que utilices el
cubo de hielo, envuélvelo en un paño limpio de algodón, así evitarás que te
queme y te irrite. Los masajes deben realizarse una vez al día, por un lapso de
cinco minutos.
Mascarillas
para tus labios: aplicarles una mascarilla, por lo menos dos veces al mes, te
ayudará a que luzcan siempre saludables. Es muy sencillo, pues las puedes
preparar en tu casa. Aquí te dejo unas opciones:
Mezcla una cucharada de miel, una de
bicarbonato y dos gotas de aceite de oliva virgen. Revuelve bien los
ingredientes y aplica en tus labios dando un ligero masaje. Deja reposar por
diez minutos y retira con abundante agua.
Tritura un poco de aguacate y agrega una
cucharada de miel de abeja; mezcla bien para que los ingredientes se incorporen
perfectamente. Aplica y deja reposar por diez minutos; retira con abundante
agua.
Mezcla canela en polvo con vaselina; aplica
esta pastita en tus labios, déjala reposar por diez minutos y retira con
abundante agua. Esta mascarilla es muy útil, ya que dentro de las propiedades
que posee la canela se encuentra el favorecer el flujo sanguíneo, por lo que
esta opción, sin duda, logrará que tus labios luzcan más rellenos.
Es importante que después de aplicar
una mascarilla a tus labios siempre los hidrates con un bálsamo.
Por
último, el maquillaje también puede ser un aliado a la hora de querer lucir
unos labios más gruesos; aquí algunos tips que te pueden ayudar:
En primer lugar, al igual que a tu rostro,
debes aplicar una base; esto ayudará a unificar el tono, a ocultar
imperfecciones y a lograr que tu labial fije mejor y dure más tiempo.
El delineado es indispensable para
conseguir el efecto de unos labios más gruesos. Lo ideal es recurrir a un color
natural, similar al de tus labios. Primero delinea sobre el contorno natural de
tu boca; posteriormente, realiza un segundo delineado, tan solo un poco por
encima de esta línea natural. Ahora, con un pincel pequeño difumina bien el
trazo.
Con un lápiz del mismo color que el del
labial que vas a utilizar rellena tanto el labio superior como el inferior;
esto ayudará a dar intensidad al color que usarás, así como también producirá
el efecto de unos labios más gruesos.
Pasemos al labial. Elige presentaciones
cremosas y de colores claros; estos, a diferencia de los oscuros y mate, harán
que tus labios parezcan más gruesos y brillantes. Se recomiendan tonos
naturales, melocotones y rosas.
Para finalizar, aplica gloss justo en el
centro del labio inferior; esto dará un efecto de luminosidad y volumen. Tus
labios lucirán jugosos y sensuales.
Como ves,
hay muchas opciones a las que puedes recurrir para que tus labios luzcan
carnosos, te invito a que lo intentes. Solo es cuestión de que sigas las
indicaciones y, por supuesto, que seas constante. Si tu decisión es recurrir a
una cirugía cosmética, por favor no escatimes y solicita la asesoría de un
especialista cien por ciento certificado.